El dolor en el tiempo
El dolor es una experiencia común a todo el género humano. No creo conocer a ninguna persona a la que nunca le haya dolido nada. Pero, a la vez, aunque parezca raro, hay mucha confusión a la hora de describir el dolor, y es algo importante, pues el dolor es una experiencia personal, subjetiva, y los médicos tomamos decisiones basadas en la descripción del dolor que se nos hace: de esa forma, mientras mejor entendamos qué les ocurre a nuestros pacientes, mejor podremos ayudar a solucionar el problema.
Hay muchas clasificaciones del dolor. En esta y siguientes publicaciones, profundizaremos en algunas de las más interesantes. La primera, y fundamental, es la que responde a la pregunta
¿Desde cuándo le duele?
Desde hace menos de un mes, según la OMS, es un dolor agudo. En ocasiones se dice que el dolor es muy agudo cuando se quiere decir que es muy intenso; el dolor agudo significa realmente tiempo de duración. Puede ser leve, moderado, o intenso; quemante, lacerante, opresivo. Esas son otras características que describen el dolor. Suele deberle a una lesión en un tejido, y desaparece cuando la lesión se cura.
Desde hace más de tres meses, según la OMS; es un dolor crónico. Igualmente, se puede describir con diferentes palabras según sus características, y puede ser de intensidad variable. Aunque comienza con una lesión en un tejido del cuerpo, en la cronicidad se van sumando otros factores, como son los emocionales, la limitación de las actividades diarias, profesionales, deportivas… y la activación patológica de los circuitos cerebrales del dolor. Podremos hablar más detenidamente de ello más adelante.
Y en el plazo intermedio, de uno a tres meses, se define como dolor subagudo. Puede tener características mixtas entre agudo y crónico, y deja con la incertidumbre sobre la evolución del episodio a la curación o a la cronicidad. La intensidad puede ser también variable, y en muchas ocasiones es intermitente (aparece y desaparece) u oscilante (la intensidad aumenta y disminuye sin llegar a desaparecer).
El dolor, como experiencia vital compartida es, tengo que confesarlo, lo que motivó mi vocación a la medicina. En nuestra consulta, con el uso de la bomba diamagnética CTU Mega20, luchamos contra el dolor acelerando la curación de la lesión, por lo tanto, acortando la fase aguda; y reduciendo directamente la señal nerviosa dolorosa que el cerebro recibe procedente del área dañada. Potenciamos ese efecto, en cualquiera de las fases del dolor, con el neuromodulador bioadaptativo Medkey, y a la vez que reducimos el dolor (y con ello la ingesta de fármacos) modulamos los aspectos emocionales y los circuitos cerebrales del mismo.